Emma es una vaca con suerte. Como tantas otras, iba camino del matadero para que la convirtieran en comida. Pero su destino cambió al encontrarse a unos humanos compasivos que la liberaron y la llevaron a vivir al campo. Por primera vez, Emma supo lo que era vivir en libertad con otras vacas como ella. Y su aspecto cambió radicalmente. De las impactantes lágrimas y la mirada de terror del principio, a la paz que refleja su rostro al final. Un vídeo que debería hacernos reflexionar, una vez más, sobre el trato que les damos a los animales.
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