Si no lo ves, no te lo crees: este anciano de 100 años está en plena forma. Fíjate en su aspecto. De acuerdo; no tiene el torso de un treintañero, pero se mantiene erguido, ágil y sobre todo muy flexible. No te vas a creer con qué facilidad se sube a un árbol y trepa por él hasta alcanzar la cima, con tanta facilidad que parece un mono.
Sin duda el secreto de este asombroso señor está en la dieta sana y en un estilo de vida radicalmente alejado del sedentarismo. Solo hay que verle para darse cuenta de que se ha mantenido en movimiento toda su vida. ¡Un buen ejemplo para muchos de nosotros!
0 comentarios:
Publicar un comentario