Esta coneja llegó a su nido para encontrar que sus gazapos estaban siendo atacados por una enorme serpiente negra, bastante temible, que muy bien podía terminar con su vida. De hecho, la coneja es una presa de este reptil depredador.
Ella llega a su nido y encuentra que la serpiente ha matado a una de sus crías y la otra aún resiste apenas. ¿Crees que la coneja huye despavorida sabiendo el peligro que corre? ¡NO! Ella revisa a sus crías y ataca de como una fiera a la serpiente. Pareciera que descarga su frustración y dolor con el reptil.
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